miércoles, 29 de febrero de 2012

Sierra de Peñamayor

Peñamayor era un objetivo que tenía pendiente desde hacía tiempo, había realizado en el entorno algunas de las rutas para El rincón del bosque, como las de las foces del río pendón, la del río Pra, los molinos de Bimenes, e incluso algún trabajo de campo para la consultoría ambiental Aspra por esa zona.

En esta ocasión me fui bien acompañado y a Pablo e Inma sumamos también a Laura, que nos instruyó sobre la Geología de la zona, las fuerzas que levantaron esta Sierra y los materiales que la componen. 

La llegada a Les Praeres era en principio un poco desilusionante, porque era una ruta para ver paisaje y la niebla lo ocupaba todo así que era imposible en principio sacar ninguna fotografía. Así que tocaba una ruta para disfrutar del magnífico embrujo de la niebla. Poco a poco el paisaje fue cambiando y entre la cortina de niebla, algunos otros elementos nos permitieron disfrutar de fotografías interesantes.



Algunos elementos como estas torres gemelas de roca caliza en medio de una importante pendiente y medio escondidos en la niebla que poco a poco empezaba a disiparse y nos iba descubriendo un precioso paisaje aunque sólo a medias.


Al llegar a la campera de Güés, habíamos dejado la niebla atrás y abajo, el paisaje que se habría ante nosotros tenía un cierto parecido inicialmente a algunas zonas de la Sierra del Sueve aunque quizás más suave, menos salvaje, no tan roto, más amable.


Una vez que la niebla se quedó abajo el paisaje se convirtió aún en algo más espectacular. En la lejanía la Sierra del Aramo y las Ubiñas sobresalían por encima de un mar de nubes que se extendía a nuestros pies.


Y en la misma majada tras parar a tomar algo en bar remoto perdido en medio de la nada, una cabaña semiabandonada comenzaba a ser devorada por las zarzas. 


Y algo más arribas son los líquenes de diversas especies y algunos musgos un poco resecos los que se comen las rocas, pintándolas de estos colores tan llamativos.


Pero sin duda lo más llamativo es el paisaje desde las alturas de Peñamayor, el día era perfecto incluyendo el mar de nubes y los Picos de Europa nevados saliendo por encima.


Apenas habíamos llegado a lo más alto de Peñamayor y por delante teníamos la visión de lo que nos esperaba, recorrer toda la cresta en dirección al Pico Fueyes.


Y caminando por ella pudimos encontrarnos con un tejedal con mezcla de acebos y espinos blancos, una zona aún más parecida al Sueve que las anteriores


En ese bosque pudimos encontrarnos algún ejemplar te tejo tan espectacular como este de aquí abajo, y al fondo la Sierra del Sueve saliendo sobre la niebla.


Por fin el Picu Fueyes, y allí reunidos los cuatro con la cara sur del Sueve como testigo de nuestra ruta. Sólo nos quedaba bajar. Elegimos para bajar un bosque casi directo hacia el camino hormigonado que llevaba nuevamente a les Praeres.



Una vez allí encontramos un bar situado apenas a 100 m de dónde habíamos aparcado el coche y que no habíamos visto al llegar por la intensa niebla.

Sin duda, habrá que volver a la Sierra de Peñamayor para poder realizar por ella alguna otra ruta

1 comentario:

  1. Un día estupendo, las vistas maravillosas como se aprecia en las fotografías (incluida la cara Sur del Sueve), lo mejor la compañía. El bar que no vimos por la niebla y que apareció cuando volvimos al coche estuvo bien, aprendimos mucho de las conversaciones de los lugareños, pero sin duda lo mejor fue el bar que encontramos subiendo. Nos ayudo a reponer fuerzas, en especial a mi, ya que mi bebida tenia ingredientes adicionales.

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