jueves, 9 de febrero de 2012

Puerto Ventana, Paraíso blanco

A medida que la carretera iba subiendo y había quedado atrás San Martín de Teverga, el museo de la prehistoria y otros pueblos el verde iba desapareciendo y el blanco empezaba a dominarlo casi todo. Había entrado en un mundo de frío y nieve, en el que la supervivencia de las especies se ponía más difícil.


Casi el único atisbo de vida que se oía correr era el agua de algún que otro arroyo precipitándose ladera abajo, en busca del río Teverga al que unirse.


 El blanco sólo estaba excluído del cauce del río y de las cortezas más verticales de los árboles


 Éstos aparecen como gigantes entre la nieve impoluta, pulverulenta, sólo rota por las ramas al caer o algunos rastros de ir y venir de algunos animales, seguramente en busca de alimento con el que mantener el calor corporal en medio de tanto frío.



Los 4 ºC bajo cero  que marcaba el termómetro de mi Suunto durante el día eran cruciales para muchas especies tanto animales como vegetales, algunas de estas últimas protegidas bajo la nieve no bajan de 0ºC, lo que es una suerte con la dureza de las condiciones por encima de la nieve.


Aquí vemos el suelo completamente cubierto, la vegetación de pequeño porte guardada debajo de la nieve, refugiada de las temperaturas bajo cero del crudo invierno.


Y para los animales, sobre todo muchas aves un magnífico refugio es el interior de un acebo, como el que vemos a continuación. En su interior la temperatura puede ser de unos 4 o 5 ºC superior a la exterior, lo que para muchos animales podría ser la diferencia entre la vida y la muerte.


Sea como sea a pesar del frío la nieve nos retrotrae a los tiempos de infancia cuando esperábamos con ansiedad casi el momento en el que empezaba a nevar para salir a la calle a jugar con la nieve, a tirar bolas y hacer muñecos y en la naturaleza realza la belleza de los paisajes.



Aquí en Ventana, tuve que meterme en la nieve hasta la rodilla...


 Para poder fotografiar un paisaje como este, un momento único, eso sí con mis botas bien pertrechado con las mallas térmicas y el Gore tex que me había comprado en Forum Sport


¿Y qué me decís de esta cabaña en un lugar como este y con una nevada semejante? Quizás la única pena es no ser propietario de la cabaña y poder dormir con la hoguera encendida en un lugar así y despertarse viendo esto.


 También los micropaisajes tienen una belleza especial, aquí vemos cómo la nieve marca la distribución de las ramas de los árboles y este bosque blanco atrae la vista sin remedio


Pero el frío es también el fin de aquellos individuos que se encuentran en un estado físico flojo y encontrar alimento se puede convertir en algo indispensable. Las plantas cuyos frutos se mantienen en invierno como este Rosal silvestre son una fuente importantísima para conseguir la energía necesaria para conservar la temperatura corporal.


El problema es mayor cuanto más pequeño es el tamaño de los animales ya que mayor es su superficie corporal en comparación con el volumen y por ello mayor es la superficie de pérdida de calor. Aquí vemos a dos pequeños garrapinos que se afanaban en buscar semillas en el suelo y se posaban en estas ramas cuando acechaba algún peligro.


Sin lugar a dudas una zona mágnífica para mis amigos del rincón del bosque cuando la zona esté sin tanta nieve.

Y para aquellos que os haya gustado se admiten y agradecen comentarios jeje

Un abrazo a todos aquell@s que seguís cada una de mis entradas.


1 comentario:

  1. He visto tus fotos gracias a mi amiga Vanesa y te quiero felicitar y dar las gracias por la belleza que regalas con tus imágenes. Sobre todo a aquellos asturianos que vivimos lejos. Un saludo.

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