miércoles, 11 de enero de 2012

Cascada del Tabayón I

Mucho había oído hablar de la cascada del Tabayón, en el Parque Natural de Redes, dentro del Concejo de Caso. Así que no hace mucho cargamos la mochila a la espalda y decidimos iniciar la ruta que parte desde el Pueblo de Tarna en dirección a este Monumento Natural Asturiano, preparando así la ruta  guiada con El Rincón del Bosque. El camino comienza por una pista hormigonada, pero el otoño se había encargado de taparlo de manera que apenas si veíamos un manto marrón bajo nuestros pies.

Comenzando a caminar desde Tarna

 Apenas comenzábamos a caminar cuando ya se intuía parte de lo que nos podíamos encontrar, hayas, bosque, humedad, musgo, pero no se mostraba aún toda la belleza que veríamos después.

Hojas de Haya secas

No tardó mucho en aparecer la principal característica de la Reserva de la Biosfera de Redes, el agua. En este Parque Natural el agua corre por doquier, y junto a él no es raro encontrarnos con rosales silvestres, arbusto típico en los bosques de ribera, que se encuentran en estas fechas de otoño - invierno casi ya sin hojas y con los frutos aún rojos en sus ramas, dando colorido a la fría mañana que había amanecido.

Escaramujo o tapaculos, fruto del rosal silvestre

y claro además de los rosales, pegado al agua, el musgo. De todos los colores como veremos y formas. Una gran variedad de especies diferentes de musgos que tapizan piedras, troncos y tierra creando un precioso manto de colores, de considerable espesor en muchas ocasiones.

Musgo al lado de un arrroyo

 La pista hormigonada que aún seguía se veía sólo interrumpida por algún arroyo que cruzamos por rústicos puentes de madera, como los que diseña y proyecta la consultoría ambiental aspra, que le dan aún más encanto, si cabe, a esta magnífica ruta.

Uno de los puentes de madera que hay que pasar

Desde luego es un lugar para no perder detalle llevando todos los sentidos bien despiertos y preparados para disfrutar en el suelo, en el aire o en los árboles como estas setas que crecían en el tronco de un haya, o una faya como se dice en Asturiano.La variedad de hongos que podemos ver en este bosque es enorme debido a la humedad y a la cantidad de materia en descomposición que hay en el mismo.

Hongos en la corteza de un árbol

A lo largo del recorrido pudimos disfrutar de todo tipo de formas tanto por los disntintos grupos taxonómicos que veíamos, como las caprichosas formas de algunos árboles, tal como el de esta foto con un puente debajo suyo creado de manera totalmente natural, con forma de arco.

Muchos son los troncos retorcidos y con formas curiosas en esta ruta

Fijándonos bien en los detalles observamos incluso las telas de araña pegados a estas setas que se encuentran húmedas y gelatinosas en la fría mañana invernal.  Estas setas son la parte reproductora de hongos de la madera, sus hifas (el cuerpo del hongo) recorren la madera ya medio muerta, putrefacta del árbol viejo, aún en pie, pero ya en su declive. Estos hongos se encargan de ir reciclando la madera y cerrando el ciclo del bosque. Las setas, la parte visible se encargarán de la reproducción repartiendo las esporas y al mismo tiempo nos alegran la vista.

Hongos con restos de telas de araña por debajo

Caminando un poco más vemos que no es del todo cierto aquello de que no se le pueden poner puertas al campo. Aquí nos queda una, de una antigua cabaña ya venida abajo y de la que no nos queda más que la puerta, una puerta puesta en el campo más que a él. 

La puerta de una antigua cabaña, ya derruída

Dejamos atrás la puerta, y seguimos caminando, perdidos en la inmensidad de un bosque que nos parece mágico, donde las hayas pugnan entre ellas por un trocito de luz, estirando sus troncos, corriendo hacia la luz y dándonos la idea de ser auténticos enanos en la inmensidad de una naturaleza que si no nos fijamos nos parece monótona y homogénea, pero que apenas prestamos un poco de atención nos va descubriendo nuevas cosas, nuevas sorpresas.

Caminando en la inmensidad del bosque

Y así seguimos hasta encontrarnos con una pequeña fuente a la izquierda de nuestro camino. Desconocemos la potabilidad de estas aguas, así que nos detenemos a descansar, tomar un tentenpié, beber de nuestras cantimploras para retomar después la marcha en dirección a cascada del Tabayón, Monumento Natural del Parque Natural de Redes.

Fuente a la derecha de nuestro camino

Continuará....

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