jueves, 24 de febrero de 2011

Libélulas vs Caballos del diablo

En muchas ocasiones estando en el campo con gente no perteneciente al mundo de la biología he oído decir, - mira una libélula
Y al mirar he visto un caballito del diablo
Entonces ¿qué diferencia hay?
La verdad que si uno no se fija nada son parecidos, pero si miramos bien, a poco que nos fijemos veremos que existen algunas diferencias entre unos y otros y que al final no resulta difícil distinguirlos.

La primera fotografía que os pongo es de una libélula. Si nos fijamos lo primero que llama la atención es que está posada con las alas extendidas en un plano, no plegadas. Esto es porque las libélulas no pueden plegar las alas, que además de manera general no tienen color.

 Además si nos fijamos bien las alas anteriores y las posteriores son diferentes. Las posteriores son muy anchas en la zona de unión al cuerpo, mientras que las anteriores terminan en punta en la zona de unión.

Otra característica importante son sus ojos, son muy grandes y ocupan gran parte del frontal de la cabeza llegando en ocasiones casi a tocarse el uno con el otro.
Por último las libélulas tienden a ser de colores mate, sin brillos metálicos en su cuerpo y con abdomen robusto.


En cambio si vemos algo con forma de libélula pero con las alas plegadas en forma de tejadillo sobre su cuerpo, estamos ante un caballo del diablo como el de la fotografía que vemos  a continuación.



Además sus ojos, son más pequeños que los de las libélulas, estando situados a los laterales de la cabeza, y no al frente, no llegando a tocarse nunca.


Su abdomen es mucho más fino, las alas tienen frecuentemente coloración en toda su superficie, siendo iguales el par anterior al posterior, y destacando en la mayoría de las ocasiones por tener coloraciones de brillos metálicos muy llamativos.


En ambos casos se trata de especies muy ligadas al medio acuático, siempre cercanas a ríos con una buena calidad ambiental. Dentro de esos ríos pasan largo tiempo desarrollándose las larvas, hasta llegar a su estado adulto. En la mayoría de las ocasiones los vamos a encontrar sobre los helechos encima de los ríos o las hojas de los árboles del bosque de ribera.

2 comentarios:

  1. Como bióloga, estoy disfrutando de tus explicaciones y, sobre todo, con esas fotos maravillosas que añades. Te felicito por el blog!! Nos leemos!!
    Isabel R.

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  2. Coincido con Isabel. Siempre he creido que se trataba del mismo insecto.

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